viernes, 3 de agosto de 2012

Lecturas de verano 2012 (XII). Lecciones mineras.

 

- Lecturas de verano (2010)

- Lecturas de verano 2012 (I). Amor con hache.
- Lecturas de verano 2012 (II). La edad de oro de las subvenciones.
- Lecturas de verano 2012 (III). Dieta de adelgazamiento del estado.
- Lecturas de verano 2012 (IV). Noli me tangere: neodespotismo ilustrado.
- Lecturas de verano 2012 (V). Exposiciones (I).
- Lecturas de verano 2012 (VI). Exposiciones (II). Nacho Criado, el peso de la imagen.
- Lecturas de verano 2012 (VII). Exposiciones (III). ¡…y no estabas tú!
- Lecturas de verano 2012 (VIII). Feisbuquización de muro de cemento
- Lecturas de verano 2012 (IX). Exposiciones (IV). Malos días para la tristeza

 

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Se encona el actual conflicto minero, al perecer, de imposible solución a gusto de gusto de las partes en conflicto. Sin entrar en detalle en el tema, que, por otra parte, no conozco bien, da la sensación de que, desde el punto de vista de la despiadada lógica capitalista, el sector está condenado al desmantelamiento por falta de competitividad. Como la ópera o, cada  vez más, el cine, necesita de ayudas constantes para seguir adelante. Ello no quita para haya que evitar falta de diligencia en el doloroso proceso en curso y también que algún aprovechado se llene el bolsillo a costa de la reconversión, en el mejor de los casos, o la desaparición de la actividad.

Lo cierto es que la actividad minera del carbón resume el poder y los límites del capitalismo como, quizá , ningún otro sector. Motor de la primera revolución industrial, en torno al carbón fue creándose toda una cultura que acabó entrado en los museos y las tiendas de recuerdos, a medida que iban cobrando peso otras fuentes energéticas. Una de mis lecturas de verano (Judt, Tony, Sobre el olvidado Siglo XX, Taurus, Madrid, 2008) habla de los desolados antiguos pueblos mineros europeos, de sus ociosos habitantes, condenados al paro o prejubilados, de la falta de sentido de la vida de personas ligadas a las familias Sobre el olvidado siglo XX, Tony Judtdel carbón, a veces auténticas dinastías de las galerías. Pero, también la lucha de los mineros es buena muestra de la capacidad de organización y del poder de la clase trabajadora en sus reivindicaciones. Durante el franquismo la mina fue punta de lanza de la lucha contra la dictadura. La pérdida de funcionalidad y competitividad del carbón español ha ido  pareja a una mejora de las condiciones de trabajo, de manera que los salarios más altos y las prejubilaciones han encarecido la producción en relación a la de aquellos países en los que la mano de obra es más barata. Quizá, el orgullo minero, ese halo de excepcionalidad que rodea a sus trabajadores, los paratextos que adornan su actividad, sean síntoma de cierta melancolía ligada a su difícil estatuto.

Las fotos que aparecen en está entrada dan idea de lo difícil, peligroso, delicado, duro y, por ello, también, pautado, colectivo, solidario, que es o era el trabajo del minero:

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Todas las imágenes proceden del Museo de la Minería y de la Industria de Asturias (El Entrego, Asturias)

1 comentario:

  1. Excelente museo el MUMI, aunque no puedo decir lo mismo de la recreación de la mina.

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